La delgada línea entre el fuero y el desafuero.

Por Mayra Martínez Pineda.

Hay decisiones tan complejas en la vida que es mejor tener siempre conocimiento de causa y efecto, y reconsiderar una y otra vez los argumentos. Quitar el fuero a los políticos, en términos llanos, es una de ellas. El trabajo legislativo a profundidad debe implicar el análisis cauteloso de cada iniciativa, antecedente y por supuesto calidad de percepción ciudadana así como real eficacia en su aplicación, y hay que tener determinación. Me gusta la frase del Gobernador Héctor Astudillo Flores cuando dice “uno no se construye una identidad todos los días…” palabras más, palabras menos, para fortalecer el sentido de pertenencia a una comunidad y en este sentido, debemos considerar lo mejor para Guerrero, siempre. Si alguien actúa y está fuera de la Ley, que no viva con esta inmunidad, que no quede impune su delito, porque no lo merecemos, porque la humanidad entera debe vivir en armonía, paz, tranquilidad y justicia.
Leamos con especial atención la siguiente explicación de ERNESTO VILLANUEVA en su artículo Criptocracia. Lo que es y lo que no es el fuero constitucional: “El fuero es una inmunidad que se otorga a los servidores públicos, pero, ¿De dónde proviene el fuero? De la experiencia norteamericana para generar un equilibrio en el ejercicio de los poderes constitucionales. Inicialmente el fuero nació para la defensa de la libertad de expresión de los legisladores, en la lógica de que en ningún caso podrían ser sancionados por lo que expresaran. Posteriormente, el fuero se ha ampliado a un número mayor de servidores públicos sujetos a este tratamiento diferenciado. ¿Debe mantenerse el fuero constitucional? Sí y no. Sí porque representa un mecanismo para proteger el comportamiento crítico sobre todos de los legisladores, sin que sean objetos de una averiguación previa y una eventual consignación por razones políticas. No porque el fuero se ha convertido en otros casos en un escudo no de inmunidad, sino de impunidad, y esto se ve en varios casos: líderes sindicales, ex gobernadores que pasan a ser legisladores y un amplio abanico de posibilidades. Quizá la alternativa sea mantener el fuero en su estado actual para los legisladores considerando que como la medicina cura el mal mayor, pero genera efectos secundarios. Y habría que revisar cuáles y por qué de los demás servidores públicos que también gozan de fuero deben mantenerlo”.
Sin embargo, no todos los legisladores pueden ser íntegros, ni serán todos los servidores públicos perseguidos por sus ideas y por levantar la voz. Lo que si es cierto es que no pueden ser juzgados como cualquier civil y pueden cometer toda serie de delitos escudados en este fuero. Ya no es sano, porque estamos hablando de la posibilidad real y latente, sobre todo en países de Latinoamérica, dónde surge una generación de posibles “narco políticos” o incluso simples evasores de juicios civiles. La idea es superar estas barreras, ser una generación de avanzada en este tema y que de verdad “el que esté libre de pecado, aprende con su voz a todos los demás”. El Sistema Nacional Anticorrupción lo demanda, por cierto que en Guerrero me atrevo a pensar que a su Consejo Ciudadano le falta gente metida realmente al tema y estudiosa de las buenas prácticas incluso en la república, pues entonces hubieran realizado un manifiesto al respecto.
Nuevo León, por ejemplo, nos pone la muestra, hay diálogo, conciliación entre partidos y avanzada. Avalan eliminar fuero de funcionarios en Nuevo León, e l Congreso del Estado aprobó las reformas constitucionales del Sistema Estatal Anticorrupción, en las que destaca la eliminación del fuero constitucional y la obligatoriedad de las declaraciones 3 de 3. No cabe duda que los regios no sólo nos llevan ventajas en crecimiento y calidad de vida sino que posiblemente tendrán el mejor Sistema Anticorrupción del país. Mientras el resto del país, seguiremos en la delgada línea entre el fuero y el desafuero cada vez que haya un posible evasor de la justicia.
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