Manuel S. Leyva: El vuelo majestuoso de una pluma universal

*Escribir poesía es el privilegio más elevado del pensamiento

Por Roberto Ventura

Chilpancingo, Gro. Experimentado literato y hombre cosmopolita de amplia trayectoria poética, lo es el bardo guer
rerense Manuel S. Leyva Martínez. Dueño de una pluma sabia y docta que vuela majestuosa hacia el parnaso universal. Ha sido merecedor indiscutible de los laureles otorgados en el estado de Guerrero, México y diversos países del mundo, quienes le han reconocido la fina costura de sus poemas, cuentos y novelas, que poco a poco se han ido arraigando en el gusto de sus lectores. Los éxitos literarios del sabio “bardo” chilpancinguense, nacido un 15 de enero de 1930, no son casuales, su vistosa e inspirada escritura la ha venido desarrollando desde la edad de los trece años.
Su considerable labor como poeta y periodista no tienen discusión, es conocida y reconocida por sus pares. Por esta razón sus lectores y autoridades no le han regateado mérito y mucho menos reconocimiento. Hace poco, el poeta arcelense Salvador Albarrán, anunció la publicación del libro “Camino a Tierra Caliente: Antología poética regional”, como un homenaje de la comunidad cultural calentana radicada en la región centro del estado de Guerrero al maestro Leyva Martínez. Texto que reunirá una buena parte de su poesía dedicada a la región de Tierra Caliente.
En entrevista para este medio, Manuel S. Leyva Martínez señaló que escribir poesía es el privilegio más elevado del pensamiento y hacer buena poesía es el resultado del estudio y la perseverancia con el adorno de la inspiración. “Un poeta es propietario del arte literario en sus distintas vertientes, por lo que el manejo de la prosa, condimento sustancial de la novela y el teatro, no le son prohibitivos.”
- ¿Quién o quiénes son sus poetas favoritos, sea guerrerense, mexicano y extranjero?
- Confieso que la pregunta es problemática, joven periodista Ventura Pérez, porque si yo fuera un lector joven serían pocos los poetas favoritos, pero he llegado a la cuarta edad y he recorrido un amplio universo literario, quedando convencido de que existen poetas de naciones asiáticas y europeas muy inspirados en su idioma y mal interpretados en la traducción a la lengua española, cuya riqueza en adjetivos, neologismos y metáforas, no tienen el Ruso, Indú, Japonés, Arameo, Chino y, conste que la poesía oriental es el nacimiento del verso sintetizado en el hai kú y el tanka, lo mismo sucede incluso con el Inglés, Francés, Griego, Alemán, etc.- Lo que si puedo decir que me agradan: Manuel M. Reynoso y Juan García Jiménez (guerrerenses) Salvador Díaz Mirón y Carlos Pellicer (mexicanos) Federico García Lorca y Gabriela Mistral (extranjeros).  
- ¿Qué es lo que más le inspira para hacer su trabajo?
- El amor en todas sus manifestaciones espirituales y materiales, porque el amor es el equilibrio perfecto y la aspiración íntima del ser humano. Gracias por darme la oportunidad de referirme a mi quinto libro antológico “Sendero Intemporal” que en su primera parte está una veintena de poemas premiados en Juegos Florales y en la parte central figuran cincuenta y cinco sonetos de amor conyugal dedicados a mi esposa Raquel, que escribo cada año con motivo de cumplir nuestro aniversario de bodas. En el difícil arte lírico del Soneto está escrita la historia de 65 años de amantísimo matrimonio.
- ¿Qué le falta conseguir en lo personal?
- Convencer a quienes detentan el cargo de gobernadores, la obligación de incrementar el arte y la cultura de Guerrero, que olviden la absurda costumbre de nombrar funcionarios de la Secretaría de Cultura, a recomendados por influencia política, a desconocidos favoritos o a familiares consentidos. A sólo tres mandatarios les reconozco personal inclinación cultural: Don Alejandro Gómez Maganda, en primer lugar, Lic. Alejandro Cervantes Delgado y Lic. José Francisco Ruíz Massieu, quienes heredaron importantes ediciones del prolífico e inagotable parnaso guerrerense. 
- Dicen que para escribir sobre algo a alguien, es necesario vivir la experiencia, ¿Cómo ha vivido usted Tierra Caliente?
- No le llamaría experiencia, si acaso fue conocencia (como dicen en Tierra Calor). Estudiaba en el Colegio del Estado donde eran mis condiscípulos Félix Manuel y su hermana Esther, Villela Hernández, a quienes prefería por el cordial timbre de su voz y su fraternidad contagiosa. Mi tocayo Manuel, como entusiasta pinto, me pintaba los atractivos sui géneris del caudaloso Río Balsas, de la planicie bañada de sol, del son y el gusto con la tamborita de Juan Reynoso, de los uchepos y toqueres, de la guanancha y el Chuperio, de las preciosas guachas y demás excelencias de Pungarabato. Poco antes de llegar las vacaciones del Colegio del Estado en 1945, se presentó la oportunidad de sostener un encuentro de futbol entre el equipo “Escuadra Roja” y un combinado de Pungarabato y Coyuca de Catalán, el viaje fue una impresionante odisea desde Iguala sobre la estrecha carretera de terracería, así conocí la Tierra Caliente.- Desde ese entonces se consolidó el compañerismo y creció la amistad con Manuel Villela, enlazando afectos con muchos calentanos que aún conservo intactos, aun cuando muchos se me han adelantado en el viaje al más allá.  
- ¿Qué personaje de Tierra Caliente lo ha atrapado?
- No es un personaje el que me haya atrapado, para mí, todas y todos los calentanos son auténticos personajes. Tendría que seleccionar por meses y por años algunos nombres pero no me arriesgo a imperdonables olvidos, sin embargo considero personajes de mi amistad a Ezequiel Padilla, Carlos Román Célis, Manuel M. Reynoso, Stella Inda, Celedonio Serrano, Nicolás Wences García, Beto Bermúdez, Bulmaro y Carlos Tapia Terán, Salvador Santamaría, Víctor Manuel Guzmán Negrete, Alberto Maldonado, Víctor Nerviño, Pedro Huerta Castillo, “El Chalate”, Mario Lasso, Bolívar Gaona, (todos fallecidos). De los que están vivos, tengo una nómina interminable.       
- ¿Hay algún poeta calentano que le haya impactado?
- No es uno, son varios por su originalidad en el tema, catalogarlos o diferenciarlos no es de mi agrado por aquello de que todas las comparaciones son odiosas y cada poeta tiene su época de creatividad. Sobre que algún calentano me haya impactado, creo que fue condición de mi época juvenil. En 1951 siendo funcionario del Ayuntamiento de Petatlán, arribó el reconocido periodista calentano Don Desiderio Borja, Director de la Revista “Coyuca” para hacer un reportaje el santo milagroso, Padre Jesús de Petatlán. Yo era corresponsal del Diario “Trópico” de Acapulco y como colega le acompañé a la iglesia para conectarlo con el Padre Goyito, después fuimos a una cevichería ubicada en el jardín y cada momento en que escuchaba su erudición y arraigo sobre su predilecta Tierra Caliente, era un impacto emotivo, porque me repetía con detalle la leyenda y tradiciones de la raza tarasca, confirmando con autoridad magistral lo que había conocido en labios de mi condiscípulo Villela Hernández. Sin duda alguna, las versiones fidedignas de Don Desiderio Borja, motivaron el florecimiento de mi creciente admiración por la región de Tierra Caliente.            
- Con toda la remembranza anterior y mi desempeño como Secretario Particular del Gobernador y notable escritor y poeta Don Alejandro Gómez Maganda, en cuyo gobierno proliferó la familia calentana en Chilpancingo, pienso que tuvo influencia definitiva para admirar más la región de Tierra Caliente, ya que se incorporaron como funcionarios, diputados, lideres, magistrados, recaudadores, jueces y en las demás áreas administrativas, calentanos de pura cepa, derrochando su cordialidad como los hermanos Tapia Terán, los hermanos Nájera Gómez Caña, los hermanos Wences García, los Damián Bermúdez, los Vergara Rayo y otros más. Me hice amigo de Don Mario Lasso, Ernesto Domínguez Pichardo, Rafael Jaimes, etc., y como fui invitado a algunas reuniones y fiestas, pude darme cuenta de que hijos y servidumbre invadían Chilpancingo, trasladando sus costumbres y su tradicional y abierta hermandad calentana, lo que me permitió mayor conocimiento de su región y más acopio de estos sucesos, así como mis recorridos en campaña política por los nueve municipios, que influyeron para inspirarme en “Camino a Tierra Caliente”.        
El maestro Manuel S. Leyva, concluye diciendo que la poesía escrita a la región calentana ha sido inspirada por su tesoro étnico e iconográfico, entre los cuales están sus preferidos por inspirarle versos que tienen un exclusivo sitio en su archivo antológico como Manuel M. Reynoso, Carlos Román Célis, Salvador Albarrán Salgado, Juan Reynoso y Adán Flores Jiménez.
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