El voyerista

*¿La cultura del chantaje?

Por Alfredo Guzmán

Ayer escribía sobre una imagen donde aparecen varias personas portando una manta y bloqueando calles. En la manta se leía una frase que establecía un reclamo, éste reclamo relacionado con la reconstrucción de una escuela en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero.
Pregunté ¿La cultura del chantaje?
Y evidentemente muchos Perredistas y Morenistas, antes perredistas que ahora, unos, los primeros perdieron el poder y su presencia pierde vigencia política por sus excesos y los segundos, que suponen que el Ayatola, Andrés Manuel López Obrador, los volverá a meter a una especie de éxtasis político electoral, y sacarlos del marasmo en que los metió Zeferino Torreblanca Galindo, primero y luego Ángel Heladio Aguirre Rivero después, se molestaron.
Hay quien supone que el hambre es el hambre. Y no necesariamente de justicia social.
El caso es que yo inocentemente o no, buscaba respuestas. Y recibí ataques, porque quienes reclamaron, decían que no hay chantaje en el reclamo de una escuela.
Pero es evidente que el chantaje inicia al utilizar niños en su marcha, plantón o lo que sea.
Podemos estar de acuerdo, en que la construcción, remodelación o reconstrucción de una escuela es necesario. Pero cuando utilizamos a los niños en la acción, pervertimos todo.
Pero también, si todos los que reclaman un servicio, salimos por ejemplo, los que no tienen agua en Chilpancingo, luego de que los anteriores gobiernos, estatales y municipales, no hicieron lo que tenían que hacer y se gastaron o robaron el dinero de las obras, saliéramos a protestar. Simplemente no habría forma de pararnos y la ciudad de suyo caótica, se volvería un infierno.
Uno de mis lectores concluía: “De hecho el gobierno de Heladio tendría que haber dado solución.”
Por supuesto que así es. La construcción, remodelación y reconstrucción de escuelas derivadas del desgaste natural, pero principalmente por los estragos de Ingrid y Manuel, fue en el periodo de Ángel Heladio Aguirre Rivero. Y ahí recibió miles de pesos para ello. ¿Y dónde está el dinero?
Creo que todos tenemos derechos y obligaciones. Nunca me opondría a que se limite la protesta. Es un derecho constitucional. Sólo que se canalice correctamente y afectando lo menos posible a los ciudadanos. O sea, de manera constructiva, no destructiva.
Ayer de manera estratégica hubo tres bloqueos, uno en todo el trébol de Aurrerá, donde unos 100 maestros utilizando estudiantes, reclamaban la reconstrucción de una escuela. Otros, se apostaron en todo el Centro de la ciudad y los otros bloqueaban la avenida que conduce al mercado. El caos total, pues.
Lo anterior, deduzco sin duda es el inicio de una campaña política que busca más allá, hacer suponer que sólo López Obrador, aquél al que ayer le recordaron los padres de los 43 que dónde estaban sus amigos José Luis Abarca, el de Iguala y Ángel Heladio Aguirre Rivero, ex gobernador de Guerrero, y se enojó, al grado de gritarle a uno de los padres, que era un provocador. O sea, López Obrador, recibió una taza de su propio chocolate. Un provocador, fue provocado.
Pero el tema inicial es si es un chantaje o no, utilizar a niños en sus protestas. Los profesores, quieren curarse en salud y convocaron a supuestos padres de los niños.
Lo real, es que no es ético utilizar a los niños para que el magisterio reclame nada. Pero además, puede ser un delito, luego de que se violan sus derechos por ser un sector vulnerable a manipulación.

Habrá quien piense diferente y eso no cambia nada, simplemente hace ver que la unidad de criterios, es complicado. Pero, lo repito, utilizar niños en cualquier reclamo, es un chantaje ruin.
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